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El Nuevo Bipartidismo en Venezuela. Septiembre 2015.

El nuevo bipartidismo en Venezuela

Carlos Subero “Es una denuncia dirigida al nuevo bipartidismo, a la partidocracia, no es una crítica anti partido sino una crítica a la partidización de la política nacional y la estigmatización de las iniciativas independientes legítimas”


Advertencia.
Tiene ésta denuncia las mismas características de una corriente: es angustiada, efusiva y racional, trata de defenderse y para ello recurre a todos los recursos de los que dispone en el momento.

El nuevo bipartidismo.
La polarización no beneficia a nadie o al menos no ha nadie con buenas intenciones, es el resultado de una cruda división, de diferencias insalvables y de intolerancia a ultranza, cercena el derecho legítimo de los ciudadanos al ascenso al poder; y castra mucho antes de nacer, intenciones que pudieran beneficiar al colectivo pero que no están dispuestas a venderse a ninguno de los dos postores.
En Venezuela se manejan varias tablas de pecados capitales, está la de Moisés que quizás sea la más universal y está la que sea labrado a la sazón de la política nacional actual; ahora es pecado hablar con la verdad o con argumentos, ahora es pecado revelar oscuras componendas que enlodan la dignidad del venezolano, ahora es pecado dedicarse a la política pero con razón y sin inmediateces y resulta pecaminoso, incómodo e imperdonable hablar con voz propia sin compromiso con alguno de los dos grandes partidos nacionales.
Quien profesa fidelidad al Supremo pero se separa de la tolda roja es un traidor, un vende patria, un individuo condenable y anti revolucionario, en seguida se convierte en un leproso dentro de las filas de quienes ostentan el poder y posiblemente pueda convertirse en un adalid para el polo opuesto ¿casos? ya todos los sabemos. En el lado opositor quién hable fuera de la MUD, quien desee un régimen de libertades y cosas mejores para Venezuela pero no comulgue con los métodos de la mesa, es un divisionista, fraccionario, traidor y chavista, y puede ganarse entonces un cupo en la matricula de los rojos, también hay casos y también los sabemos.
A los politólogos, esos científicos del arte de hacer política, seguidores de contemporáneos como Bobbio o Almond y Powell, les encanta sobremanera un sistema “democrático” bipartidista, alaban las bondades de la estabilidad de un sistema de este tipo, y les recuerda a lo que ven cómo la meca de la democracia liberal y representativa por excelencia, el modelo de virtud impar que representa para ellos el federalismo norteamericano.
El bipartidismo termina por agotar a las masas y robustecer los cogoyos; en México el PRI y el PAN están tan sordos que no logran escuchar los llantos de los padres de los 43 y están creando un caldo de cultivo para una revolución que invoque los espíritus soterrados de Zapata, Villa y Carranza entre otros, a la usanza chavista.
En Venezuela el bipartidismo Adeco-Copeyano terminó como ya todos sabemos, por dejar al margen de la política a millares de gentes que en medio del desespero atendieron al primer canto de sirena que se escuchó en el mar desolado y sin tierras a vista en el que se convirtió Venezuela en esos tiempos “democráticos” indolentes, y debo decirlo.
Este nuevo bipartidismo es más hábil porque ha aprendido de sus antepasados y de experiencias ajenas, pero al fin y al cabo sigue siendo bipartidismo y sigue teniendo las mismas vulnerabilidades que sus pares.

Aprendamos de una vez.
En tal sentido analicemos las vulnerabilidades que allí están, revisando ejemplos propios, porque precisamente esas pueden ser puertas que puedan abrirse en este laberinto lúgubre que reporta la vida política nacional actual, dominada por esta polarización pactada, premeditada y prevenida, que intencionalmente excluye a los mejores  y más capaces.
Los revolucionarios de moda, tienen una desventaja grandísima en sus filas; el problema generacional, no tienen jóvenes que tengan pegada o punch (válgame el anglicismo), todos los jóvenes son grises sin mayores proyecciones, el único quizás era Robert Serra y lo volvieron añicos dentro de su propiedad; “el gallito” que todavía es un infante se va a criar entre tantos lujos y comodidades que verá bien relajado las hazañas de su abuelo sin ni siquiera proponerse ensuciarse las manos en esos avatares, la caída de los rojos que la vislumbro en varias décadas, al menos dos, será tan estrepitosa que terminarán arrojados al ostracismo perpetuo, por supuesto con familias bien acomodadas y apellidos que se mezclarán entre los ya seculares en Venezuela, como Boulton o Vollmer.
La MUD, ese otro partido, es Henry Ramos, es decir, todo lo contrario a la juventud. Es el ideólogo y el titiritero de ese arquetipo político que representa la mesa, supo jugar bien sus cartas y se metió en un bolsillo a todos estos políticos inexpertos como Capriles, Leopoldo, Maria Corina; los tiene chantajeados con el cuento de la unidad y AD sin estar reestructurado, sin tener capacidad real de nada, siendo un partido de cuadros como lo es, siempre saca más concejales, más diputados y mete más gentes suyas a los puestos de elección popular que cualquier otra tolda política, este sujeto desconocido por las masas, siempre y desde hace tiempo gana un curul con la mayor de las comodidades.
Chuo es un triste payaso, aprovechan su cara de pueblo para disfrazar la mesa de popular cuando de eso no tiene ni el nombre, lo cierto es que los demás políticos afiliados a esta mesa que no se sabe si es redonda o cuadrada, están tan aterrados que no se atreven a contravenir las decisiones que se toman a salón cerrado con escasas ocho personas que deciden todo en la “mesa de la unidad”.
Los políticos que allí habitan sienten que si dan un paso fuera de la mesa, mueren políticamente hablando; y en realidad es así, Henry Ramos Allup el jefe de los pactos con el gobierno, tiene a todos chantajeados, y hasta Leopoldo que tiene fama de ser el niño rebelde de la bancada opositora se ha tenido que ceñir con docilidad a los designios de la entente de líderes en decadencia.
Entendamos de una vez por todas que el PSUV y la MUD, están cómodos con las cosas como están, ninguno va a abrirles paso a aspiraciones legítimas y sinceras así como Don Ramón jamás va a pagar la renta; el PSUV elige desde arriba quiénes son sus abanderados y la MUD también lo hace, sólo que con una diferencia: los cargos bajos, concejales, juntas municipales etc. los vende para rebuscarse, porque los recursos no son tan abundantes como del otro lado, cuando digo que los vende, es que les ponen precio, monto estipulado al cargo x de “baja denominación” para el amigote que se encuentre dispuesto y capacitado de pagar por el carguito que le favorecería el engrosamiento de su capital.
Hablando de reservas de juventud hay que admitir que la MUD tiene las suyas, inclusive mucho más numerosa y “capacitada” que la  del PSUV, pero lamentablemente esos que podría considerar como mis compañeros, no quieren ver con ojos sinceros la realidad, están anquilosados, se dejaron alienar por quienes de verdad obstruyen su proyección, su futuro; se dejaron (por el miedo a ser incomprendidos, olvidados o arrojados a la inactividad) manipular por quienes les prometen un futuro mejor que nunca les llega ni nunca les va a llegar, los jefes políticos de ambas toldas saben bien como mantener a raya a los “jóvenes” hasta que dejen de serlo, y una vez envejecidos de alma y de facto, es que le abren algún espacio como el dueño le abre la puerta a su perro después de una lluvia insoportable en el jardín.

El tema, el tema de nuestro tiempo.
Lo peor es que he conocido a gente, jóvenes de esos que menciono que tienen capacidades ¿Por qué no? superiores a las mías, pero el grado de alienación es tal que no se dan cuenta de la realidad, y a veces cuando he hablado con ellos creo que el equivocado soy yo, me hacen dudar de mis convicciones, me han hecho sentir que estoy perdiendo mi tiempo estando fuera de alguna de las toldas políticas del menú actual, pero cuando me encuentro con José Ortega y Gasset y su providencial libro  El tema de nuestro tiempo (1923) me doy cuenta que no, que los que están en el camino equivocado son ellos, que no quieren darse cuenta de la realidad; como dice el siempre oportuno Cristo tienen ojos y no ven, oídos y no oyen, entonces con algunos he renunciado y he dejado de echarles perlas por cochinos.
Hay en efecto, épocas en las cuales el pensamiento se considera a sí mismo como desarrollo de ideas germinadas anteriormente, y épocas que sienten el inmediato pasado como algo que es urgente reformar desde su raíz. Aquéllas son épocas de filosofía pacífica; éstas son épocas de filosofía beligerante, que aspira a destruir el pasado mediante su radical superación. Nuestra época es de este último tipo, si se entiende por “nuestra época” no la que acaba ahora, sino la que ahora empieza.
Cuando el pensamiento se ve forzado a adoptar una actitud beligerante contra el pasado inmediato, la colectividad intelectual queda escindida en dos grupos. De un lado, la gran masa mayoritaria de los que insisten en la ideología establecida; de otro, una escasa minoría de corazones de vanguardia, de almas alerta que vislumbran a lo lejos zonas de piel aun intacta. Esta minoría vive condenada a  no ser bien entendida: los gestos que en ella provoca la visión de los nuevos paisajes no pueden ser rectamente interpretados por la masa de retaguardia que avanza a su zaga y aun no ha llegado a la altitud desde la cual la terra incognita se otea. De aquí que la minoría de avanzada viva en una situación de peligro entre el nuevo territorio que ha de conquistar y el vulgo retardatario que hostiliza a su espalda… (Gasset J, 1923)
Resumiendo de manera alentadora ¡Seamos corazones de vanguardia! ¡Destruyamos al PSUV y la MUD que son el pasado! ¡Abrámonos paso no entre ellos, sino por encima de ellos! ¡No pidamos permiso a quienes van de salida! ¡Abramos nuestros ojos y veamos los tiempos que de verdad vivimos!

Hay retos y muy duros, por afrontar.
También es cierto que somos minorías, ahora somos incomprendidos, pero con ese desazón que reporta la impopularidad y la incomprensión, con esa angustia parecida a la que tienen los nerds en los liceos; así debemos insistir con argumentos y razón en nuestras convicciones, de menos iremos a más si creemos firmemente en lo que hacemos, decimos y pensamos, somos minorías pero si nos esforzamos e insistimos seremos mayoría y abrumadora.
Uno de los objetivos de mi generación debe ser abrirse paso sobre el bipartidismo, no sumergirse en él, debemos resistirnos a la tentación de sucumbir ante las presiones de quienes ahora ostentan el poder y sus afiliados; debemos entender como sugiere Gasset que el futuro nos pertenece; y que debemos destruir el pasado inmediato que no nos permite ahora ni asomar la cabeza, que nos tiene aprisionados; el adversario de nosotros no es el chavismo ¡No! Son los dos polos que hoy enturbian la política nacional y eso hay que entenderlo para poder avanzar con paso firme así sea lento o así por cada uno se den dos pa´ tras.
Debemos empeñar esfuerzos no en restituir la extinta democracia liberal que fracasó, ni en acabar a juro con el gobierno y su proyecto, sino en crear algo nuevo que sea capaz de amenazar al pasado y atraer a las masas como el imán a las virutas de hierro; y para eso hay que leer a ritmo fanatizado, hay que pensar, hay que cuestionarse, hay que discutir, hay que consultar, hay que crear.
Por lo que escribo, no crea nadie que intento reeditar la empresa de la generación del 28´, (como dice mi abuela en su infinito repertorio popular “tiempos que se van no vuelven, y si vuelven no son los mismos”;  ahora la tenemos mucho más difícil y el escenario es multánime y diverso; la democracia liberal inspirada en la norteamericana se encargó aun sin quererlo de alienar a nuestras juventudes, la sociedad contemporánea aborrece la concreción, la rechaza, la evade, la verdad le resulta a gas de fumigación que debe eludirse, la compostura y la seriedad son ridiculizadas por quienes viven como en la ciudad utópica que hoy se materializa de Tomás Moro, cualquier proyecto o intención seria, en esta sociedad que hoy vivimos, es ridiculizado o quienes se prestan a él no conservan fuerzas ni disponen de autoestima para insistir en lo que es verdadero, importante y urgente.
A principios del siglo XX, este fenómeno a pesar de que comenzaba no estaba viralizado, pero hoy es una realidad ineludible, hablar con verdades es exponerse a ser eludido, a ser rechazado, o al menos ignorado; la única arma que se tiene frente a la alienación: es la lectura, la lectura, el estudio, la lectura, y la convicción de atreverse a pensar, think outside the box. En tal sentido frente a las masas tendremos la difícil tarea de ser y parecer, parecer alienados y politiqueros pero ser políticos y de los más ávidos.
Además, los del 28´ combatieron un gobierno aldeano, sin proyecciones fuera de las fronteras, con alcances limitados; nosotros de disponernos, nos enfrentaríamos a un proyecto disparatado pero que tiene tentáculos en el continente y coyundas que lo atan desde ultramar, en un mundo que no es bipolar como el de los boina azul, sino un mundo pluripolar que aglutina intereses tan ajenos como desconocidos por nosotros.
Nuestros mayores y debo hacer la salvedad de que no todos, se han aprovechado de esta vulnerabilidad de mi generación para tratarnos como menores de edad así ya no lo seamos, para desestimar cualquier esfuerzo legitimo cognitivo, para ridiculizar o quebrar con las mandarrias del pensamiento prefabricado de occidente todo lo que suene nuevo o diferente, es una reacción natural, es la defensa del status quo, de ese que tenemos que empeñarnos en quebrar.
En mis recurrentes citas personales, recuerdo que cuando estábamos en la minúscula gesta universitaria de 2014 que describo en mi escrito “Crónicas de un estudiante inadvertido” el día en que me pitaron y fui burlado en la universidad, ese día teníamos todos que estar juntos, unidos desde temprano, el grupo completo para mostrar fuerza ante nuestros adversarios pero estuve sólo en una mesa mientras todos me veían, porque algunos de mis compañeros sobretodo los más cercanos no pudieron estar temprano ese día tan crucial para nuestras aspiraciones.
¿Las excusas? Una de ellas me vino a la mente mientras hablaba aquí de alineación “Mala mía bro, me quedé jugando Counter (Famoso videojuego de PC que consiste en misiones militares manipulando a un soldado norteamericano que incursiona en escenarios peligrosos como Rusia, Afganistán entre otros) En la computadora y se me hizo tarde, apenas me levanté cuando te escribí”.
Yo no digo que vivamos como los antiguos eremitas, ni que renunciemos a todo cuanto nos distrae; pero por Dios si nos vamos a sumar a estas luchas altruistas, concretas, verdaderas y cruciales seamos serios en nuestro accionar.
“Que lance la primera piedra…” (Cristo, SF)
Toda mi generación está impactada de la transculturización y el bombardeo alienador de USA y sus afiliados; todos babeamos ante una hamburguesa doble con queso y tocineta, todos queremos el abdomen de Stallone (Arjona R, 1995) todos disfrutamos una buena película de acción, todos odiamos a Drago cuando mató a Apolo en aquella lona fatídica, todos nos hipnotizamos con el celular y sus redes sociales, yo no escapo de ello, pero hago mis esfuerzos por el equilibrio, por contrarrestar la alienación, y así todos podemos hacerlo. Sino que Fidel ese viejito, se coja nuestro país, y mandamos todo al diablo y nos dedicamos a festejar nuestra irresponsabilidad o agarrar las maletas y huir como cobardes de esta tierra que es nuestra, sino hundámonos en música electrónica y pendejadas y dejamos que lo que si están dispuestos a pensar lo hagan por nosotros y decidan así el futuro de nuestros hijos, nietos y demás descendencias.

¡No nos vamos!
No vamos a hacerlo, no vamos a irnos de aquí, no nos iremos ni nos irán; así Baute se haya contradicho con su famosa canción; vamos a insistir porque hay inspiración, hay factibilidad, hay deseos, esperanzas, recursos, motivaciones, hay precedentes, hay ganas y sobretodo hay verdad en nuestras proposiciones.
Como decía Alma Fuerte, ese poeta argentino que murió en medio de su tragedia: “Obcecación asnal para ser fuerte” el poder lo toma quien puede y en Venezuela esa es una realidad inocultable.
Con esto quiero decir, que debemos si o si tener conciencia del tiempo que vivimos y animarnos porque el futuro esta propenso a ser de nosotros.

¿Ni-Ni?
Una democracia de partidos que se reafirmaba periódicamente con cada elección; modelo caracterizado por gobiernos monocolores y parlamentos controlados por un bipartidismo que reducía las posibilidades de terceros partidos. La oposición si cabe llamar oposición a la fuerza que resulta del partido perdedor y no competidor, sería en todo momento una “oposición leal” en la conocida proposición de Juan Linz.  (Ramos A, 1999)
Ramos en su escrito “El Ocaso de una democracia bipartidista” se refería al caso como ya lo hemos advertido de la Venezuela democrática-liberal, y nada, casi nada ha cambiado; esta oposición reunida alrededor de la mesa no es una oposición real, sino una oposición leal, que comparte espacios con el gobierno, que reafirma con cada elección el sistema democrático que venden los revolucionarios al mundo.
El parlamento es de ellos, del PSUV y la MUD, no hay ni un solo representante de opciones diferentes; estos dos grandes partidos apoyados con estudios y controladores de opinión han arrojado las terceras opciones al limbo de los ni-ni, y allí echan a todos cuantos no encajan en el bipartidismo. Ni-ni suena a indiferencia, a resignación, a indecisión, a indolentes y así con poder mediático estigmatizan a todos los “incrédulos”.
Pues, en Venezuela no hay ni-ni, y de haberlos son desechables estadísticos; los ni-ni son gentes que desean una tercera opción, que desean una oposición real, que desean líderes sin pactos ni compromisos, los ni-ni son una buena porción del país y podrían llegarse a convertir en una mayoría.
¿Quién no ha escuchado la frase? “Yo voto por quién sea con tal de que no sea del chavismo” con la mano en el corazón preguntémonos ¿Eso es política? ¿Está sana la vida política nacional? ¿Saldremos adelante con ese tipo de razonamiento?
El bipartidismo actual no se preocupa por ideologías ni grandes proyectos; tengamos conciencia que el Socialismo del siglo XXI con Maduro mutó; pasó de ser un disparate con intenciones de proyecto continental a ser un simple gobierno viendo cómo rayos se mantiene en el poder y la MUD no se llama a engaños está cómoda pero vigilante a ver si los rojos se resbalan y pueden capitalizar algo, es una oposición leal que en algún momento aspira a alternar con el gobierno el poder, nada más.
Una fuerza política que logre desnudar el pacto que hay entre el PSUV y la MUD, y logre evidenciar la oposición leal de la mesa; puede bien abrir una grieta dónde se filtre el caldo de un proyecto a futuro como el que he descrito; no es tan difícil, sólo hay que lograr echarse de enemigos a ambos partidos y la gente advertirá por primera vez una fuerza política diferente, verdaderamente alternativa y amenazante del status quo imperante.

Vamos a atrevernos, sin miedo.
Mandando un cable a tierra, el objetivo más próximo de mi generación debería ser entrar al parlamento en 2020 con el pañuelo en la nariz (Betancourt R, SF) y sobrevivir entre ambas opciones, y construir con cuota de poder y representatividad, con paciencia y astucia una fuerza política diferente, una oposición real y no leal, que vaya evidenciando la componenda actual, que vaya desnudándolos y juntándolos de alguna manera.
En 2020 ya seremos veinteocheros (Caballero M, 2002) juntos con un discurso de este corte podremos intimidar a más de uno.
Denunciar el bipartidismo desde ya, es una de las líneas que podrían establecerse en una nueva forma de hacer política en Venezuela; combatir la estigmatización, no faltarán los comentarios peyorativos, las acusaciones de chavistas por parte de la MUD y las acusaciones de pitiyankee por parte del PSUV, ahí con un hálito de suerte, con un viento a favor podremos remontar aunque sea tímidamente un vuelo, para con los años hacernos del poder en esta impredecible Venezuela.
No se trata de defender a Leopoldo, se trata de promover y proponer un país dónde sean improbables los juicios políticos, los abusos del poder, el discurso debe ser propositivo al 100% y general, sin filiaciones personales, que la gente entienda que el compromiso es con ellos.
En las elecciones parlamentarias de este próximo 6 de diciembre del corriente, no voy a votar; para ser coherente conmigo mismo, no hay candidatos que me representen y no voy a pisar el peine de la MUD de que un voto menos beneficia al gobierno, ni pisaré el peine del PSUV de que si no comulgo con ellos debo entonces estar con el primer pelmazo que los oponga, así no tenga créditos ni capacidades, me rehúso.
Volveré a votar cuando haya en Venezuela opciones verdaderamente representativas, oposición real y efectiva, propositiva y sincera; con miras a esas tierras prometidas que advierte Gasset en el extracto que traje a colación; no voy a ceder al chantaje, no voy a reafirmar este vil sistema, no voy a legitimarlos, por el contrario haré esfuerzos así sean en vano para promover algo diferente, justo y necesario.
Yo he hablado de la sobreestimación y volveré a hacerlo en este escrito; más que la capacidad extraterrestre de Chávez y sus estrategias “napoleónicas” para hacerse del poder y capitalizar una mayoría sólida y sostenida, y hacer eco en el mundo, el éxito de los revolucionarios de moda ha sido la inexistencia de una oposición real; el poder comunicativo estigmatizador de opciones outside, y la complacencia y permisividad de la oposición leal que se hace pasar por real.

No tenemos nada que perder… nada.
El aspecto anterior hay que tenerlo muy presente, pero con mi generación puede que les falle la recurrente estrategia de etiquetación; a mí no me pueden acusar de pitiyankee porque ni siquiera tengo visa ni he ido a USA, mi Disney fue Bimbolandia; no nos pueden acusar de burgueses porque el único carro que he tenido ha sido un mercedes oxidado de 1971 que tuve que vender porque se me fundió la máquina en un viaje a la playita y desde entonces ando en una motoneta china sin mayor potencia como andamos todos los jóvenes de ahora que no podemos acceder a las mieles del poder y optar por un vehículo con techo al menos; a mi generación no pueden acusarla de pasado cuando no hemos visto sino esa forma cruel de hacer política por los revolucionarios, lo que conocemos de la democracia lo sabemos de mano de nuestros padres o abuelos, y de los libros ¿Nos van a acusar de cuarta república si nacimos cuando Chávez se lanzó en la intentona? En 2002 estábamos jugando con tazos y apostando al mejor ruchador, estábamos absortos con Pokemón, el discurso les va a fallar y Fidel va a estar en la estratosfera gravitando, imposibilitado de fabricarles otro.
¿De que nos puede acusar la MUD? ¿De chavistas? Si en 2014 le pusimos el pecho desnudo a los perdigones de la GNB, si a veces nos falta el aire por haber tragado tanto gas lacrimógeno, si estuvimos presos o algunos a punto de estarlo; si hemos escrito con vehemencia condenando las malas praxis de los revolucionarios, hemos denunciado con constancia la corrupción, si estamos al margen de los privilegios de los que gozan los adoradores del supremo, ese discurso también les va a fallar, mi generación tiene ahora más ventajas que desventajas, no tenemos rabo de paja ni cola que nos pisen. El único capital que tenemos es nuestro cerebro y nuestros bíceps parafraseando a Marx y unos papás en decadencia haciendo malabares por mantener el supuesto status que tenían en épocas anteriores.
Somos medieros (clase media en el argot popular mexicano) propensos a caer en la pobreza si nos quedamos de brazos cruzados ante los desmanes de los monopolizadores del poder y sus socios.
Podríamos construir un discurso muy sólido, casi invulnerable y amenazador si optamos por comprender nuestro tiempo, “el tema de nuestro tiempo”, si abrimos los ojos, si combatimos la alienación, si pateamos calle, si no nos anquilosamos.
Debo admitir que me sentí atraído por la idea de irme del país después de los sucesos de 2014, después de la frustración colectiva a la que fuimos sometidos los Venezolanos, pero ahora no me voy, no voy a pendejear en las avenidas del exilio voluntario (Betancourt R, SF), no voy a correr el riesgo de desvenezolanizarme, no voy a perder el ritmo, y además no tengo para comprar pasajes de 1000$ cuando gano 25$ mensuales.
Pido, ruego a mi lector que si tiene argumentos que puedan convencerme de lo contrario me los envíe, porque así como en otros escritos, he trabajado en la solidez de los que aquí expongo.

Aprovechemos las oportunidades que se nos presentan.
Podemos horadar el bipartidismo actual, podemos abrirnos paso, es factible, sólo hay que trabajar y construir un buen discurso; razones sobran para echarle tierrita al pasado, a la componenda, si vencemos primero la alienación en cada uno de nosotros podremos concretar cosas a favor de un proyecto sanatorio de la vida pública nacional.
¿Por qué mi generación debe prestarse a estas luchas que se vislumbran epopéyicas? ¿Por qué no vivir simplemente relajado viendo cómo nos rebuscamos? ¿Por qué no vivir distraídos? ¿Por qué no vivir cómo lo hicieron nuestros padres: estudiar, trabajar y aspirar bienes que satisfagan nuestras necesidades? Bueno, porque nos tocó ¿Qué quieren que les diga?
Reflexionemos, no podemos darnos esos lujos, no hay becas de las cuales podamos disfrutar, ni seguridad en la cual podamos esparcirnos, ni justicia en la cual podamos ampararnos; yo preferiría estar jugando boliche y tomando unas soleras verdes en vez de estar pegado al computador escribiendo esto, pero no me puedo dar ese lujo vuelvo y repito; ya no podemos caminar Caracas ni de día mucho menos de noche como lo hicieron nuestros padres; ya no podemos aspirar con trabajo digno a un apartamentico decente en una zona agradable como lo hicieron nuestros padres, ya no podemos aspirar a una casita en la playa, esa es la cruda realidad de mi generación, ni a un carrito majunche, nos robaron todas las posibilidades de tener una vida decente, nos están condenando a vivir con nuestros padres hacinados hasta que incomodemos incluso, nuestro cuarto ya lo vemos como nuestra próxima vivienda. Cuando con trabajo digno pueda adquirirse una vivienda así sea modesta, ese día la tendré y ese día no va a llegar si no nos empeñamos en procurarlo.
Los problemas del bipartidismo, puertas para abrir por nosotros.
El nuevo bipartidismo está generando los mismos problemas de su antepasado más próximo, pero están más ostensibles y agudizados; está generando una crisis de liderazgo, una fragmentación social y está abriendo grietas por las cuales podemos colarnos.


Crisis de liderazgo:
La crisis de liderazgo es más que evidente, quién no esté afiliado a alguno de los dos grandes partidos no existe políticamente hablando, para aparecer en la política nacional actual se debe renunciar antes a aspiraciones legítimas y prestar servicio al adalid de turno, se debe renunciar a las aspiraciones personales para empeñar esfuerzos al “líder” que ha monopolizado la escena política y eso genera sentimientos de recelo y frustración en quienes no tienen genes de chupamedias, ni están dispuestos a vender su dignidad por una arepas viudas.
Los líderes actuales no inspiran sino lástima, el PSUV tiene a Maduro y Diosdado, de Maduro les tengo un cuento, que algunos podría parecerle interesante, es un flojo de proporciones mayores, me parece estarlo viendo; Maduro estudió en el mismo colegio en el que yo hice la primaria (la hermana Margarita y él debe recordarla, siempre nos decía que era un malagradecido, que ellas lo ayudaron bastante en el trance de la muerte de su Sr. Padre y que aprovechó el subsidio del colegio completo y después cuando fue diputado y canciller nunca se acordó de ellas, ni una manito les echó”) y hasta aproximadamente 2005 que yo estaba en 6to grado, vivió en frente del colegio San Pedro, ahí todas las mañanas yo lo veía junto a mi padre cruzar con unos shorts muy cortos de pijama, con lagañas en sus ojos a comprarse un café en la panadería de enfrente, y un periódico en el kiosco del Sr. Francisco; estoy hablando a eso de las 7:30am que era mi hora de entrada a clases, además su primo que es idéntico a él era amigo de mi padre, dueño de una agencia de festejos, le decía siempre a mi padre que Maduro “si ha tenido suerte, ese nunca ha trabajado ¿tú sabes quién le ha echado pierna? Yo Felipe” además de que le decía a mi padre que iba a llevarle unos panes andinos rellenos de guayaba y otros de arequipe porque eran sus favoritos, a ver si le conseguía algo, eso eran los tiempos en los que era canciller, al parecer le consiguió “algo” porque papá más nunca lo volvió a ver. De Diosdado no hay mucho que decir, la verdad todos la sabemos.
La MUD tiene más “líderes” todos le han quedado mal a Venezuela, tanto los tradicionales como los rebeldes, ya perdieron su chance, no inspiran a nadie y eso va a quedar demostrado este 6 de diciembre donde a pesar del viento a favor no van a conseguir nada, porque no han logrado cambiar las relaciones de poder ni tienen intenciones de hacerlo ¿Quién va a sacarnos de este atolladero? ¿Leopoldo con sus malcriadeces?  los revolucionarios volverán a tener mayoría parlamentaria y no habrá ningún voto castigo porque la gente ya no se come ese cuento, el parlamento va a vegetar otros 5 años con el mismo ritmo de dimes y diretes que disfrazan la complicidad.
No hay líderes, y los que hay no inspiran a nadie, han pactado o han fracaso, es un vacío que podemos llenar.

La fragmentación social:
No cabe duda, por ejemplo, de que la pauperización de los sectores medios ha engendrado una disminución de su rol en la sociedad. Ya no se identifican con un proyecto nacional global, sino que buscan, por todos los medios a su alcance la realización de su propio proyecto. Este queda a su vez reducido al mantenimiento y a la defensa de los pocos privilegios que todavía les quedan (básicamente de consumo). De allí que sus prácticas colectivas se orienten por intereses puntuales e inmediatos y que hayan perdido un horizonte histórico a más largo plazo.
A nivel de los sectores subalternos (los diferentes segmentos de la clase trabajadora, los que han quedado relegados a la informalidad, los campesinos) se puede observar un fenómeno similar. La pérdida del poder adquisitivo de los sueldos y salarios, el aumento del costo de la vida y los múltiples problemas del marcado deterioro (y aumento de costo) de muchos servicios públicos, han hecho que la gran mayoría de los integrantes de estos sectores se maneje en los estrechos límites de la lógica de sobrevivencia. Ello implica la búsqueda de soluciones individualizadas a los problemas comunes e impide la creación de solidaridades compartidas. (Heinz S, 1991)
Aunque no lo creamos Sonntag Heinz (1991) Venezolano de origen alemán, está hablando de una Venezuela en la que Chávez todavía no asomaba sus narices, es el Déjá Vú del que hablaba en mi anterior escrito, son los mismos problemas pero agudizados, ahora más ostensibles y con una población más desguarnecida y expuesta.

Por ningún motivo perdamos nuestro tiempo.
El think tank cubano, pensó esto; Giordani se le escapó en una famosa a carta a Lameda, “los necesitamos pobres” las colas, la escasez, las peripecias por las que pasan los Venezolanos consiguiendo un repuesto, un bombillo, una medicina, son intencionales; son Maquiavelo poseído por un espíritu maligno, es todo premeditado, el gobierno ya está viendo las ventajas de ello y va a perpetuar esta situación mientras esté a su alcance. ¿Objetivo? Que perdamos nuestro tiempo, que nos prestemos a las inmediateces, que nos ahoguemos en el laberinto sin salida de ver como engrosamos nuestro peculio y le ganamos la partida al declive económico generalizado.

¿Estaríamos dispuestos?
Perderán el tiempo, mi generación ya está aprendiendo a vivir con lo que tiene, estamos haciendo votos de pobreza; le echamos agüita al champú para que rinda, ya hemos usado la panela de jabón azul, hemos hecho un extraño almizcle de jabón, agua y batido para crear una espuma que permita afeitarnos, ya no aspiramos al carro del año, nos conformaríamos con una cacharrita que nos lleve y nos traiga, ya nosotros mismos le hemos entrado a la mecánica y sabemos cómo reparar nuestras motos a bajísimos costos, ya vamos a la playa ida y vuelta y no vamos tanto al cine ni de rumba porque no nos alcanza, la misma escasez nos está arrojando, nos está empujando a pensar más allá, a buscar soluciones que ataquen la raíz, a sacarlos a ustedes (no mis queridos lectores, sino a quienes denuncio) como corcho de champaña, revolucionarios y pactistas, de la vida política nacional.
Si esto se agudiza, a diferencias de ellos, estamos dispuestos a aprovechar las bondades de esta generosa tierra, cerca de donde vivo hay bastantes árboles de mango y mamón; estaría o estaríamos dispuestos a comerlos verdes o maduros, y para variar, en jaleas o dulces; pero no vamos a perder nuestro valioso tiempo buscando comida, no vamos a pisar el peine, con lo que tenemos basta para llevar a cabo las reformas necesarias en tan urgido país. Insisto, no vamos a irnos, no deberíamos de irnos, no vamos a regalarles papita: Canaima, El Waraira Repano, Naiguatá, Margarita, Mérida, Los llanos, no vamos regalarles Rio Chico ni Los Caracas, no nos da la gana de que se queden con Morrocoy ni con el puente sobre el lago ¡No!
Todas las artimañas de la isla quedarán desbaratadas frente al proyecto que pudiéramos emprender: generacional, desprendido, concreto y verdadero, ahora la pregunta es ¿Estaríamos dispuestos?
Todos los problemas que genera el bipartidismo podemos aprovecharlos, capitalizarlos, son puertas que pueden abrirse, si lo advertimos, lo denunciamos y combatimos podemos abrirnos paso en la escena política nacional, sin temores porque sobran razones, argumentos y motivaciones para hacerlo.

Sería un crimen.
El destino de nuestra generación no es ser liberal o reaccionaria, sino precisamente desinteresarse de este anticuado dilema.
No es admisible que las personas obligadas por sus relevantes condiciones intelectuales a asumir la responsabilidad de nuestro tiempo vivan, como el vulgo, a la deriva, atenidas a las superficiales vicisitudes de cada momento, sin buscar una rigorosa y amplia orientación en los rumbos de la historia.
Prefieren así, servir sin fe bajo unas banderas desteñidas a cumplir el penoso esfuerzo de revisar los principios recibidos, poniéndolos a punto con su intimo sentir. (Gasset J, 1923)
En pocas palabras no le pidamos a Chino y Nacho que asuman responsabilidades para las cuales no están formados ni destinados, mi mensaje no va para el patinetero ni para el perrocalentero, mis palabras son para quienes teniendo las capacidades, las condiciones y la responsabilidad generacional le dan la espalda al que debería ser su destino, no exagero cuando digo que es el peor crimen que puede cometerse, no tiene éste tipificado una condena expresada en tiempo, pero si tiene la condena más dolorosa: la de nuestros descendientes, la que sugería Medina, la del tribunal inapelable de la conciencia pública. Mi generación, mis coetáneos capaces, no tendrían paz alguna ni llenándose de todo lo material deseado,  si renuncian a su responsabilidad, si teniendo el poder optan por no querer.






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