El
nuevo bipartidismo en Venezuela
Carlos Subero “Es una denuncia dirigida al nuevo bipartidismo, a la partidocracia, no
es una crítica anti partido sino una crítica a la partidización de la política
nacional y la estigmatización de las iniciativas independientes legítimas”
Advertencia.
Tiene ésta denuncia las mismas
características de una corriente: es angustiada, efusiva y racional, trata de
defenderse y para ello recurre a todos los recursos de los que dispone en el
momento.
El nuevo bipartidismo.
En Venezuela se manejan varias tablas de
pecados capitales, está la de Moisés que quizás sea la más universal y está la
que sea labrado a la sazón de la política nacional actual; ahora es pecado
hablar con la verdad o con argumentos, ahora es pecado revelar oscuras
componendas que enlodan la dignidad del venezolano, ahora es pecado dedicarse a
la política pero con razón y sin inmediateces y resulta pecaminoso, incómodo e
imperdonable hablar con voz propia sin compromiso con alguno de los dos grandes
partidos nacionales.
Quien profesa fidelidad al Supremo pero se
separa de la tolda roja es un traidor, un vende patria, un individuo condenable
y anti revolucionario, en seguida se convierte en un leproso dentro de las
filas de quienes ostentan el poder y posiblemente pueda convertirse en un
adalid para el polo opuesto ¿casos? ya todos los sabemos. En el lado opositor
quién hable fuera de la MUD, quien desee un régimen de libertades y cosas
mejores para Venezuela pero no comulgue con los métodos de la mesa, es un
divisionista, fraccionario, traidor y chavista, y puede ganarse entonces un
cupo en la matricula de los rojos, también hay casos y también los sabemos.
A los politólogos, esos científicos del arte
de hacer política, seguidores de contemporáneos como Bobbio o Almond y Powell,
les encanta sobremanera un sistema “democrático” bipartidista, alaban las
bondades de la estabilidad de un sistema de este tipo, y les recuerda a lo que
ven cómo la meca de la democracia liberal y representativa por excelencia, el
modelo de virtud impar que representa para ellos el federalismo norteamericano.
El bipartidismo termina por agotar a las
masas y robustecer los cogoyos; en México el PRI y el PAN están tan sordos que
no logran escuchar los llantos de los padres de los 43 y están creando un caldo
de cultivo para una revolución que invoque los espíritus soterrados de Zapata,
Villa y Carranza entre otros, a la usanza chavista.
En Venezuela el bipartidismo Adeco-Copeyano
terminó como ya todos sabemos, por dejar al margen de la política a millares de
gentes que en medio del desespero atendieron al primer canto de sirena que se
escuchó en el mar desolado y sin tierras a vista en el que se convirtió
Venezuela en esos tiempos “democráticos” indolentes, y debo decirlo.
Este nuevo bipartidismo es más hábil porque ha
aprendido de sus antepasados y de experiencias ajenas, pero al fin y al cabo
sigue siendo bipartidismo y sigue teniendo las mismas vulnerabilidades que sus
pares.
Aprendamos
de una vez.
En tal sentido analicemos las
vulnerabilidades que allí están, revisando ejemplos propios, porque
precisamente esas pueden ser puertas que puedan abrirse en este laberinto
lúgubre que reporta la vida política nacional actual, dominada por esta
polarización pactada, premeditada y prevenida, que intencionalmente excluye a
los mejores y más capaces.
Los revolucionarios de moda, tienen una
desventaja grandísima en sus filas; el problema generacional, no tienen jóvenes
que tengan pegada o punch (válgame el
anglicismo), todos los jóvenes son grises sin mayores proyecciones, el único
quizás era Robert Serra y lo volvieron añicos dentro de su propiedad; “el
gallito” que todavía es un infante se va a criar entre tantos lujos y
comodidades que verá bien relajado las hazañas de su abuelo sin ni siquiera
proponerse ensuciarse las manos en esos avatares, la caída de los rojos que la
vislumbro en varias décadas, al menos dos, será tan estrepitosa que terminarán
arrojados al ostracismo perpetuo, por supuesto con familias bien acomodadas y
apellidos que se mezclarán entre los ya seculares en Venezuela, como Boulton o
Vollmer.
La MUD, ese otro partido, es Henry Ramos, es
decir, todo lo contrario a la juventud. Es el ideólogo y el titiritero de ese
arquetipo político que representa la mesa, supo jugar bien sus cartas y se
metió en un bolsillo a todos estos políticos inexpertos como Capriles,
Leopoldo, Maria Corina; los tiene chantajeados con el cuento de la unidad y AD
sin estar reestructurado, sin tener capacidad real de nada, siendo un partido
de cuadros como lo es, siempre saca más concejales, más diputados y mete más
gentes suyas a los puestos de elección popular que cualquier otra tolda
política, este sujeto desconocido por las masas, siempre y desde hace tiempo
gana un curul con la mayor de las comodidades.
Chuo es un triste payaso, aprovechan su cara
de pueblo para disfrazar la mesa de popular cuando de eso no tiene ni el nombre,
lo cierto es que los demás políticos afiliados a esta mesa que no se sabe si es
redonda o cuadrada, están tan aterrados que no se atreven a contravenir las
decisiones que se toman a salón cerrado con escasas ocho personas que deciden
todo en la “mesa de la unidad”.
Los políticos que allí habitan sienten que si
dan un paso fuera de la mesa, mueren políticamente hablando; y en realidad es
así, Henry Ramos Allup el jefe de los pactos con el gobierno, tiene a todos chantajeados,
y hasta Leopoldo que tiene fama de ser el niño rebelde de la bancada opositora
se ha tenido que ceñir con docilidad a los designios de la entente de líderes
en decadencia.
Entendamos de una vez por todas que el PSUV y
la MUD, están cómodos con las cosas como están, ninguno va a abrirles paso a
aspiraciones legítimas y sinceras así como Don Ramón jamás va a pagar la renta;
el PSUV elige desde arriba quiénes son sus abanderados y la MUD también lo
hace, sólo que con una diferencia: los cargos bajos, concejales, juntas
municipales etc. los vende para rebuscarse, porque los recursos no son tan
abundantes como del otro lado, cuando digo que los vende, es que les ponen
precio, monto estipulado al cargo x de “baja denominación” para el amigote que
se encuentre dispuesto y capacitado de pagar por el carguito que le favorecería
el engrosamiento de su capital.
Hablando de reservas de juventud hay que
admitir que la MUD tiene las suyas, inclusive mucho más numerosa y “capacitada”
que la del PSUV, pero lamentablemente
esos que podría considerar como mis compañeros, no quieren ver con ojos
sinceros la realidad, están anquilosados, se dejaron alienar por quienes de
verdad obstruyen su proyección, su futuro; se dejaron (por el miedo a ser
incomprendidos, olvidados o arrojados a la inactividad) manipular por quienes
les prometen un futuro mejor que nunca les llega ni nunca les va a llegar, los jefes
políticos de ambas toldas saben bien como mantener a raya a los “jóvenes” hasta
que dejen de serlo, y una vez envejecidos de alma y de facto, es que le abren
algún espacio como el dueño le abre la puerta a su perro después de una lluvia
insoportable en el jardín.
El tema, el
tema de nuestro tiempo.
Lo peor es que he conocido a gente, jóvenes
de esos que menciono que tienen capacidades ¿Por qué no? superiores a las mías,
pero el grado de alienación es tal que no se dan cuenta de la realidad, y a
veces cuando he hablado con ellos creo que el equivocado soy yo, me hacen dudar
de mis convicciones, me han hecho sentir que estoy perdiendo mi tiempo estando
fuera de alguna de las toldas políticas del menú actual, pero cuando me
encuentro con José Ortega y Gasset y su providencial libro El tema de nuestro tiempo (1923) me doy
cuenta que no, que los que están en el camino equivocado son ellos, que no
quieren darse cuenta de la realidad; como dice el siempre oportuno Cristo
tienen ojos y no ven, oídos y no oyen, entonces con algunos he renunciado y he dejado
de echarles perlas por cochinos.
Hay en efecto, épocas en las cuales el pensamiento se considera a
sí mismo como desarrollo de ideas germinadas anteriormente, y épocas que
sienten el inmediato pasado como algo que es urgente reformar desde su raíz.
Aquéllas son épocas de filosofía pacífica; éstas son épocas de filosofía
beligerante, que aspira a destruir el pasado mediante su radical superación.
Nuestra época es de este último tipo, si se entiende por “nuestra época” no la
que acaba ahora, sino la que ahora empieza.
Cuando el pensamiento se ve forzado a adoptar una actitud
beligerante contra el pasado inmediato, la colectividad intelectual queda
escindida en dos grupos. De un lado, la gran masa mayoritaria de los que
insisten en la ideología establecida; de otro, una escasa minoría de corazones
de vanguardia, de almas alerta que vislumbran a lo lejos zonas de piel aun
intacta. Esta minoría vive condenada a no ser bien entendida: los gestos que en ella
provoca la visión de los nuevos paisajes no pueden ser rectamente interpretados
por la masa de retaguardia que avanza a su zaga y aun no ha llegado a la
altitud desde la cual la terra incognita
se otea. De aquí que la minoría de avanzada viva en una situación de
peligro entre el nuevo territorio que ha de conquistar y el vulgo retardatario
que hostiliza a su espalda… (Gasset J, 1923)
Resumiendo de manera alentadora ¡Seamos
corazones de vanguardia! ¡Destruyamos al PSUV y la MUD que son el pasado!
¡Abrámonos paso no entre ellos, sino por encima de ellos! ¡No pidamos permiso a
quienes van de salida! ¡Abramos nuestros ojos y veamos los tiempos que de
verdad vivimos!
Hay retos y
muy duros, por afrontar.
También es cierto que somos minorías, ahora
somos incomprendidos, pero con ese desazón que reporta la impopularidad y la
incomprensión, con esa angustia parecida a la que tienen los nerds en los liceos; así debemos
insistir con argumentos y razón en nuestras convicciones, de menos iremos a más
si creemos firmemente en lo que hacemos, decimos y pensamos, somos minorías
pero si nos esforzamos e insistimos seremos mayoría y abrumadora.
Uno de los objetivos de mi generación debe
ser abrirse paso sobre el bipartidismo, no sumergirse en él, debemos
resistirnos a la tentación de sucumbir ante las presiones de quienes ahora
ostentan el poder y sus afiliados; debemos entender como sugiere Gasset que el
futuro nos pertenece; y que debemos destruir el pasado inmediato que no nos
permite ahora ni asomar la cabeza, que nos tiene aprisionados; el adversario de
nosotros no es el chavismo ¡No! Son los dos polos que hoy enturbian la política
nacional y eso hay que entenderlo para poder avanzar con paso firme así sea
lento o así por cada uno se den dos pa´
tras.
Debemos empeñar esfuerzos no en restituir la
extinta democracia liberal que fracasó, ni en acabar a juro con el gobierno y
su proyecto, sino en crear algo nuevo que sea capaz de amenazar al pasado y
atraer a las masas como el imán a las virutas de hierro; y para eso hay que
leer a ritmo fanatizado, hay que pensar, hay que cuestionarse, hay que
discutir, hay que consultar, hay que crear.
Por lo que escribo, no crea nadie que intento
reeditar la empresa de la generación del 28´, (como dice mi abuela en su
infinito repertorio popular “tiempos que se van no vuelven, y si vuelven no son
los mismos”; ahora la tenemos mucho más
difícil y el escenario es multánime y diverso; la democracia liberal inspirada
en la norteamericana se encargó aun sin quererlo de alienar a nuestras
juventudes, la sociedad contemporánea aborrece la concreción, la rechaza, la evade,
la verdad le resulta a gas de fumigación que debe eludirse, la compostura y la
seriedad son ridiculizadas por quienes viven como en la ciudad utópica que hoy
se materializa de Tomás Moro, cualquier proyecto o intención seria, en esta
sociedad que hoy vivimos, es ridiculizado o quienes se prestan a él no
conservan fuerzas ni disponen de autoestima para insistir en lo que es
verdadero, importante y urgente.
A principios del siglo XX, este fenómeno a
pesar de que comenzaba no estaba viralizado, pero hoy es una realidad
ineludible, hablar con verdades es exponerse a ser eludido, a ser rechazado, o
al menos ignorado; la única arma que se tiene frente a la alienación: es la
lectura, la lectura, el estudio, la lectura, y la convicción de atreverse a
pensar, think outside the box. En tal
sentido frente a las masas tendremos la difícil tarea de ser y parecer, parecer
alienados y politiqueros pero ser políticos y de los más ávidos.
Además, los del 28´ combatieron un gobierno
aldeano, sin proyecciones fuera de las fronteras, con alcances limitados;
nosotros de disponernos, nos enfrentaríamos a un proyecto disparatado pero que
tiene tentáculos en el continente y coyundas que lo atan desde ultramar, en un
mundo que no es bipolar como el de los boina azul, sino un mundo pluripolar que
aglutina intereses tan ajenos como desconocidos por nosotros.
Nuestros mayores y debo hacer la salvedad de
que no todos, se han aprovechado de esta vulnerabilidad de mi generación para
tratarnos como menores de edad así ya no lo seamos, para desestimar cualquier
esfuerzo legitimo cognitivo, para ridiculizar o quebrar con las mandarrias del
pensamiento prefabricado de occidente todo lo que suene nuevo o diferente, es
una reacción natural, es la defensa del status quo, de ese que tenemos que
empeñarnos en quebrar.
En mis recurrentes citas personales, recuerdo
que cuando estábamos en la minúscula gesta universitaria de 2014 que describo
en mi escrito “Crónicas de un estudiante inadvertido” el día en que me pitaron
y fui burlado en la universidad, ese día teníamos todos que estar juntos,
unidos desde temprano, el grupo completo para mostrar fuerza ante nuestros
adversarios pero estuve sólo en una mesa mientras todos me veían, porque
algunos de mis compañeros sobretodo los más cercanos no pudieron estar temprano
ese día tan crucial para nuestras aspiraciones.
¿Las excusas? Una de ellas me vino a la mente
mientras hablaba aquí de alineación “Mala mía bro, me quedé jugando Counter (Famoso
videojuego de PC que consiste en misiones militares manipulando a un soldado
norteamericano que incursiona en escenarios peligrosos como Rusia, Afganistán
entre otros) En la computadora y se me hizo tarde, apenas me levanté cuando te
escribí”.
Yo no digo que vivamos como los antiguos
eremitas, ni que renunciemos a todo cuanto nos distrae; pero por Dios si nos
vamos a sumar a estas luchas altruistas, concretas, verdaderas y cruciales seamos
serios en nuestro accionar.
“Que lance
la primera piedra…” (Cristo, SF)
Toda mi generación está impactada de la
transculturización y el bombardeo alienador de USA y sus afiliados; todos
babeamos ante una hamburguesa doble con queso y tocineta, todos queremos el
abdomen de Stallone (Arjona R, 1995) todos disfrutamos una buena película de
acción, todos odiamos a Drago cuando mató a Apolo en aquella lona fatídica,
todos nos hipnotizamos con el celular y sus redes sociales, yo no escapo de
ello, pero hago mis esfuerzos por el equilibrio, por contrarrestar la alienación,
y así todos podemos hacerlo. Sino que Fidel ese viejito, se coja nuestro país,
y mandamos todo al diablo y nos dedicamos a festejar nuestra irresponsabilidad
o agarrar las maletas y huir como cobardes de esta tierra que es nuestra, sino
hundámonos en música electrónica y pendejadas y dejamos que lo que si están
dispuestos a pensar lo hagan por nosotros y decidan así el futuro de nuestros
hijos, nietos y demás descendencias.
¡No nos
vamos!
No vamos a hacerlo, no vamos a irnos de aquí,
no nos iremos ni nos irán; así Baute se haya contradicho con su famosa canción;
vamos a insistir porque hay inspiración, hay factibilidad, hay deseos,
esperanzas, recursos, motivaciones, hay precedentes, hay ganas y sobretodo hay
verdad en nuestras proposiciones.
Como decía Alma Fuerte, ese poeta argentino
que murió en medio de su tragedia: “Obcecación asnal para ser fuerte” el poder
lo toma quien puede y en Venezuela esa es una realidad inocultable.
Con esto quiero decir, que debemos si o si
tener conciencia del tiempo que vivimos y animarnos porque el futuro esta
propenso a ser de nosotros.
¿Ni-Ni?
Una democracia de partidos que se reafirmaba periódicamente con
cada elección; modelo caracterizado por gobiernos monocolores y parlamentos
controlados por un bipartidismo que reducía las posibilidades de terceros
partidos. La oposición si cabe llamar oposición a la fuerza que resulta del
partido perdedor y no competidor, sería en todo momento una “oposición leal” en
la conocida proposición de Juan Linz. (Ramos A,
1999)
Ramos en su escrito “El Ocaso de una
democracia bipartidista” se refería al caso como ya lo hemos advertido de la
Venezuela democrática-liberal, y nada, casi nada ha cambiado; esta oposición
reunida alrededor de la mesa no es una oposición real, sino una oposición leal,
que comparte espacios con el gobierno, que reafirma con cada elección el
sistema democrático que venden los revolucionarios al mundo.
El parlamento es de ellos, del PSUV y la MUD,
no hay ni un solo representante de opciones diferentes; estos dos grandes
partidos apoyados con estudios y controladores de opinión han arrojado las
terceras opciones al limbo de los ni-ni, y allí echan a todos cuantos no
encajan en el bipartidismo. Ni-ni suena a indiferencia, a resignación, a indecisión,
a indolentes y así con poder mediático estigmatizan a todos los “incrédulos”.
Pues, en Venezuela no hay ni-ni, y de
haberlos son desechables estadísticos; los ni-ni son gentes que desean una
tercera opción, que desean una oposición real, que desean líderes sin pactos ni
compromisos, los ni-ni son una buena porción del país y podrían llegarse a
convertir en una mayoría.
¿Quién no ha escuchado la frase? “Yo voto por
quién sea con tal de que no sea del chavismo” con la mano en el corazón
preguntémonos ¿Eso es política? ¿Está sana la vida política nacional?
¿Saldremos adelante con ese tipo de razonamiento?
El bipartidismo actual no se preocupa por
ideologías ni grandes proyectos; tengamos conciencia que el Socialismo del
siglo XXI con Maduro mutó; pasó de ser un disparate con intenciones de proyecto
continental a ser un simple gobierno viendo cómo rayos se mantiene en el poder
y la MUD no se llama a engaños está cómoda pero vigilante a ver si los rojos se
resbalan y pueden capitalizar algo, es una oposición leal que en algún momento
aspira a alternar con el gobierno el poder, nada más.
Una fuerza política que logre desnudar el
pacto que hay entre el PSUV y la MUD, y logre evidenciar la oposición leal de
la mesa; puede bien abrir una grieta dónde se filtre el caldo de un proyecto a
futuro como el que he descrito; no es tan difícil, sólo hay que lograr echarse
de enemigos a ambos partidos y la gente advertirá por primera vez una fuerza
política diferente, verdaderamente alternativa y amenazante del status quo
imperante.
Vamos a
atrevernos, sin miedo.
Mandando un cable a tierra, el objetivo más
próximo de mi generación debería ser entrar al parlamento en 2020 con el
pañuelo en la nariz (Betancourt R, SF) y sobrevivir entre ambas opciones, y
construir con cuota de poder y representatividad, con paciencia y astucia una
fuerza política diferente, una oposición real y no leal, que vaya evidenciando
la componenda actual, que vaya desnudándolos y juntándolos de alguna manera.
En 2020 ya seremos veinteocheros (Caballero
M, 2002) juntos con un discurso de este corte podremos intimidar a más de uno.
Denunciar el bipartidismo desde ya, es una de
las líneas que podrían establecerse en una nueva forma de hacer política en
Venezuela; combatir la estigmatización, no faltarán los comentarios
peyorativos, las acusaciones de chavistas por parte de la MUD y las acusaciones
de pitiyankee por parte del PSUV, ahí con un hálito de suerte, con un viento a
favor podremos remontar aunque sea tímidamente un vuelo, para con los años
hacernos del poder en esta impredecible Venezuela.
No se trata de defender a Leopoldo, se trata
de promover y proponer un país dónde sean improbables los juicios políticos,
los abusos del poder, el discurso debe ser propositivo al 100% y general, sin
filiaciones personales, que la gente entienda que el compromiso es con ellos.
En las elecciones parlamentarias de este
próximo 6 de diciembre del corriente, no voy a votar; para ser coherente
conmigo mismo, no hay candidatos que me representen y no voy a pisar el peine
de la MUD de que un voto menos beneficia al gobierno, ni pisaré el peine del
PSUV de que si no comulgo con ellos debo entonces estar con el primer pelmazo
que los oponga, así no tenga créditos ni capacidades, me rehúso.
Volveré a votar cuando haya en Venezuela
opciones verdaderamente representativas, oposición real y efectiva, propositiva
y sincera; con miras a esas tierras prometidas que advierte Gasset en el
extracto que traje a colación; no voy a ceder al chantaje, no voy a reafirmar
este vil sistema, no voy a legitimarlos, por el contrario haré esfuerzos así
sean en vano para promover algo diferente, justo y necesario.
Yo he hablado de la sobreestimación y volveré
a hacerlo en este escrito; más que la capacidad extraterrestre de Chávez y sus
estrategias “napoleónicas” para hacerse del poder y capitalizar una mayoría sólida
y sostenida, y hacer eco en el mundo, el éxito de los revolucionarios de moda
ha sido la inexistencia de una oposición real; el poder comunicativo
estigmatizador de opciones outside, y
la complacencia y permisividad de la oposición leal que se hace pasar por real.
No tenemos
nada que perder… nada.
El aspecto anterior hay que tenerlo muy
presente, pero con mi generación puede que les falle la recurrente estrategia
de etiquetación; a mí no me pueden acusar de pitiyankee porque ni siquiera
tengo visa ni he ido a USA, mi Disney fue Bimbolandia; no nos pueden acusar de
burgueses porque el único carro que he tenido ha sido un mercedes oxidado de
1971 que tuve que vender porque se me fundió la máquina en un viaje a la
playita y desde entonces ando en una motoneta china sin mayor potencia como
andamos todos los jóvenes de ahora que no podemos acceder a las mieles del
poder y optar por un vehículo con techo al menos; a mi generación no pueden
acusarla de pasado cuando no hemos visto sino esa forma cruel de hacer política
por los revolucionarios, lo que conocemos de la democracia lo sabemos de mano
de nuestros padres o abuelos, y de los libros ¿Nos van a acusar de cuarta
república si nacimos cuando Chávez se lanzó en la intentona? En 2002 estábamos
jugando con tazos y apostando al mejor ruchador,
estábamos absortos con Pokemón, el discurso les va a fallar y Fidel va a estar
en la estratosfera gravitando, imposibilitado de fabricarles otro.
¿De que nos puede acusar la MUD? ¿De
chavistas? Si en 2014 le pusimos el pecho desnudo a los perdigones de la GNB,
si a veces nos falta el aire por haber tragado tanto gas lacrimógeno, si
estuvimos presos o algunos a punto de estarlo; si hemos escrito con vehemencia
condenando las malas praxis de los revolucionarios, hemos denunciado con
constancia la corrupción, si estamos al margen de los privilegios de los que
gozan los adoradores del supremo, ese discurso también les va a fallar, mi
generación tiene ahora más ventajas que desventajas, no tenemos rabo de paja ni
cola que nos pisen. El único capital que tenemos es nuestro cerebro y nuestros
bíceps parafraseando a Marx y unos papás en decadencia haciendo malabares por
mantener el supuesto status que tenían en épocas anteriores.
Somos medieros (clase media en el argot
popular mexicano) propensos a caer en la pobreza si nos quedamos de brazos
cruzados ante los desmanes de los monopolizadores del poder y sus socios.
Podríamos construir un discurso muy sólido, casi
invulnerable y amenazador si optamos por comprender nuestro tiempo, “el tema de
nuestro tiempo”, si abrimos los ojos, si combatimos la alienación, si pateamos
calle, si no nos anquilosamos.
Debo admitir que me sentí atraído por la idea
de irme del país después de los sucesos de 2014, después de la frustración
colectiva a la que fuimos sometidos los Venezolanos, pero ahora no me voy, no
voy a pendejear en las avenidas del
exilio voluntario (Betancourt R, SF), no voy a correr el riesgo de
desvenezolanizarme, no voy a perder el ritmo, y además no tengo para comprar
pasajes de 1000$ cuando gano 25$ mensuales.
Pido, ruego a mi lector que si tiene
argumentos que puedan convencerme de lo contrario me los envíe, porque así como
en otros escritos, he trabajado en la solidez de los que aquí expongo.
Aprovechemos
las oportunidades que se nos presentan.
Podemos horadar el bipartidismo actual,
podemos abrirnos paso, es factible, sólo hay que trabajar y construir un buen
discurso; razones sobran para echarle tierrita al pasado, a la componenda, si
vencemos primero la alienación en cada uno de nosotros podremos concretar cosas
a favor de un proyecto sanatorio de la vida pública nacional.
¿Por qué mi generación debe prestarse a estas
luchas que se vislumbran epopéyicas? ¿Por qué no vivir simplemente relajado
viendo cómo nos rebuscamos? ¿Por qué no vivir distraídos? ¿Por qué no vivir cómo
lo hicieron nuestros padres: estudiar, trabajar y aspirar bienes que satisfagan
nuestras necesidades? Bueno, porque nos tocó ¿Qué quieren que les diga?
Reflexionemos, no podemos darnos esos lujos,
no hay becas de las cuales podamos disfrutar, ni seguridad en la cual podamos
esparcirnos, ni justicia en la cual podamos ampararnos; yo preferiría estar
jugando boliche y tomando unas soleras verdes en vez de estar pegado al
computador escribiendo esto, pero no me puedo dar ese lujo vuelvo y repito; ya
no podemos caminar Caracas ni de día mucho menos de noche como lo hicieron
nuestros padres; ya no podemos aspirar con trabajo digno a un apartamentico
decente en una zona agradable como lo hicieron nuestros padres, ya no podemos
aspirar a una casita en la playa, esa es la cruda realidad de mi generación, ni
a un carrito majunche, nos robaron todas las posibilidades de tener una vida
decente, nos están condenando a vivir con nuestros padres hacinados hasta que
incomodemos incluso, nuestro cuarto ya lo vemos como nuestra próxima vivienda.
Cuando con trabajo digno pueda adquirirse una vivienda así sea modesta, ese día
la tendré y ese día no va a llegar si no nos empeñamos en procurarlo.
Los
problemas del bipartidismo, puertas para abrir por nosotros.
El nuevo bipartidismo está generando los
mismos problemas de su antepasado más próximo, pero están más ostensibles y
agudizados; está generando una crisis de liderazgo, una fragmentación social y está
abriendo grietas por las cuales podemos colarnos.
Crisis de
liderazgo:
La crisis de liderazgo es más que evidente,
quién no esté afiliado a alguno de los dos grandes partidos no existe
políticamente hablando, para aparecer en la política nacional actual se debe renunciar
antes a aspiraciones legítimas y prestar servicio al adalid de turno, se debe
renunciar a las aspiraciones personales para empeñar esfuerzos al “líder” que
ha monopolizado la escena política y eso genera sentimientos de recelo y
frustración en quienes no tienen genes de chupamedias,
ni están dispuestos a vender su dignidad por una arepas viudas.
Los líderes actuales no inspiran sino lástima,
el PSUV tiene a Maduro y Diosdado, de Maduro les tengo un cuento, que algunos
podría parecerle interesante, es un flojo de proporciones mayores, me parece
estarlo viendo; Maduro estudió en el mismo colegio en el que yo hice la
primaria (la hermana Margarita y él debe recordarla, siempre nos decía que era
un malagradecido, que ellas lo ayudaron bastante en el trance de la muerte de
su Sr. Padre y que aprovechó el subsidio del colegio completo y después cuando
fue diputado y canciller nunca se acordó de ellas, ni una manito les echó”) y
hasta aproximadamente 2005 que yo estaba en 6to grado, vivió en frente del
colegio San Pedro, ahí todas las mañanas yo lo veía junto a mi padre cruzar con
unos shorts muy cortos de pijama, con lagañas en sus ojos a comprarse un café
en la panadería de enfrente, y un periódico en el kiosco del Sr. Francisco; estoy
hablando a eso de las 7:30am que era mi hora de entrada a clases, además su
primo que es idéntico a él era amigo de mi padre, dueño de una agencia de
festejos, le decía siempre a mi padre que Maduro “si ha tenido suerte, ese
nunca ha trabajado ¿tú sabes quién le ha echado pierna? Yo Felipe” además de
que le decía a mi padre que iba a llevarle unos panes andinos rellenos de
guayaba y otros de arequipe porque eran sus favoritos, a ver si le conseguía
algo, eso eran los tiempos en los que era canciller, al parecer le consiguió
“algo” porque papá más nunca lo volvió a ver. De Diosdado no hay mucho que
decir, la verdad todos la sabemos.
La MUD tiene más “líderes” todos le han
quedado mal a Venezuela, tanto los tradicionales como los rebeldes, ya
perdieron su chance, no inspiran a nadie y eso va a quedar demostrado este 6 de
diciembre donde a pesar del viento a favor no van a conseguir nada, porque no
han logrado cambiar las relaciones de poder ni tienen intenciones de hacerlo
¿Quién va a sacarnos de este atolladero? ¿Leopoldo con sus malcriadeces? los revolucionarios volverán a tener mayoría parlamentaria
y no habrá ningún voto castigo porque la gente ya no se come ese cuento, el
parlamento va a vegetar otros 5 años con el mismo ritmo de dimes y diretes que
disfrazan la complicidad.
No hay líderes, y los que hay no inspiran a
nadie, han pactado o han fracaso, es un vacío que podemos llenar.
La
fragmentación social:
No cabe duda, por ejemplo, de que la pauperización de los sectores
medios ha engendrado una disminución de su rol en la sociedad. Ya no se
identifican con un proyecto nacional global, sino que buscan, por todos los
medios a su alcance la realización de su propio proyecto. Este queda a su vez
reducido al mantenimiento y a la defensa de los pocos privilegios que todavía
les quedan (básicamente de consumo). De allí que sus prácticas colectivas se
orienten por intereses puntuales e inmediatos y que hayan perdido un horizonte
histórico a más largo plazo.
A nivel de los sectores subalternos (los diferentes segmentos de
la clase trabajadora, los que han quedado relegados a la informalidad, los
campesinos) se puede observar un fenómeno similar. La pérdida del poder
adquisitivo de los sueldos y salarios, el aumento del costo de la vida y los
múltiples problemas del marcado deterioro (y aumento de costo) de muchos
servicios públicos, han hecho que la gran mayoría de los integrantes de estos
sectores se maneje en los estrechos límites de la lógica de sobrevivencia. Ello
implica la búsqueda de soluciones individualizadas a los problemas comunes e
impide la creación de solidaridades compartidas. (Heinz S, 1991)
Aunque no lo creamos Sonntag Heinz (1991)
Venezolano de origen alemán, está hablando de una Venezuela en la que Chávez
todavía no asomaba sus narices, es el Déjá
Vú del que hablaba en mi anterior escrito, son los mismos problemas pero
agudizados, ahora más ostensibles y con una población más desguarnecida y
expuesta.
Por ningún
motivo perdamos nuestro tiempo.
El think tank cubano, pensó esto; Giordani se
le escapó en una famosa a carta a Lameda, “los necesitamos pobres” las colas,
la escasez, las peripecias por las que pasan los Venezolanos consiguiendo un
repuesto, un bombillo, una medicina, son intencionales; son Maquiavelo poseído
por un espíritu maligno, es todo premeditado, el gobierno ya está viendo las
ventajas de ello y va a perpetuar esta situación mientras esté a su alcance.
¿Objetivo? Que perdamos nuestro tiempo, que nos prestemos a las inmediateces,
que nos ahoguemos en el laberinto sin salida de ver como engrosamos nuestro
peculio y le ganamos la partida al declive económico generalizado.
¿Estaríamos
dispuestos?
Perderán el tiempo, mi generación ya está
aprendiendo a vivir con lo que tiene, estamos haciendo votos de pobreza; le
echamos agüita al champú para que rinda, ya hemos usado la panela de jabón
azul, hemos hecho un extraño almizcle de jabón, agua y batido para crear una
espuma que permita afeitarnos, ya no aspiramos al carro del año, nos
conformaríamos con una cacharrita que nos lleve y nos traiga, ya nosotros mismos
le hemos entrado a la mecánica y sabemos cómo reparar nuestras motos a
bajísimos costos, ya vamos a la playa ida y vuelta y no vamos tanto al cine ni
de rumba porque no nos alcanza, la misma escasez nos está arrojando, nos está
empujando a pensar más allá, a buscar soluciones que ataquen la raíz, a
sacarlos a ustedes (no mis queridos lectores, sino a quienes denuncio) como
corcho de champaña, revolucionarios y pactistas, de la vida política nacional.
Si esto se agudiza, a diferencias de ellos,
estamos dispuestos a aprovechar las bondades de esta generosa tierra, cerca de
donde vivo hay bastantes árboles de mango y mamón; estaría o estaríamos
dispuestos a comerlos verdes o maduros, y para variar, en jaleas o dulces; pero
no vamos a perder nuestro valioso tiempo buscando comida, no vamos a pisar el
peine, con lo que tenemos basta para llevar a cabo las reformas necesarias en
tan urgido país. Insisto, no vamos a irnos, no deberíamos de irnos, no vamos a
regalarles papita: Canaima, El Waraira Repano, Naiguatá, Margarita, Mérida, Los
llanos, no vamos regalarles Rio Chico ni Los Caracas, no nos da la gana de que
se queden con Morrocoy ni con el puente sobre el lago ¡No!
Todas las artimañas de la isla quedarán
desbaratadas frente al proyecto que pudiéramos emprender: generacional,
desprendido, concreto y verdadero, ahora la pregunta es ¿Estaríamos dispuestos?
Todos los problemas que genera el
bipartidismo podemos aprovecharlos, capitalizarlos, son puertas que pueden
abrirse, si lo advertimos, lo denunciamos y combatimos podemos abrirnos paso en
la escena política nacional, sin temores porque sobran razones, argumentos y
motivaciones para hacerlo.
Sería un
crimen.
El destino de nuestra generación no es ser liberal o reaccionaria,
sino precisamente desinteresarse de este anticuado dilema.
No es admisible que las personas obligadas por sus relevantes
condiciones intelectuales a asumir la responsabilidad de nuestro tiempo vivan,
como el vulgo, a la deriva, atenidas a las superficiales vicisitudes de cada
momento, sin buscar una rigorosa y amplia orientación en los rumbos de la
historia.
Prefieren así, servir sin fe bajo unas banderas desteñidas a
cumplir el penoso esfuerzo de revisar los principios recibidos, poniéndolos a
punto con su intimo sentir. (Gasset J, 1923)
En pocas
palabras no le pidamos a Chino y Nacho que asuman responsabilidades para las
cuales no están formados ni destinados, mi mensaje no va para el patinetero ni
para el perrocalentero, mis palabras son para quienes teniendo las capacidades,
las condiciones y la responsabilidad generacional le dan la espalda al que debería
ser su destino, no exagero cuando digo que es el peor crimen que puede
cometerse, no tiene éste tipificado una condena expresada en tiempo, pero si
tiene la condena más dolorosa: la de nuestros descendientes, la que sugería
Medina, la del tribunal inapelable de la conciencia pública. Mi generación, mis
coetáneos capaces, no tendrían paz alguna ni llenándose de todo lo material deseado,
si renuncian a su responsabilidad, si
teniendo el poder optan por no querer.
CarlosgSubero@gmail.com
@cgsubero twitter
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