Ir al contenido principal

México al borde de Venezuela. Agosto 2015.

MÉXICO AL BORDE DE VENEZUELA

Carlos Subero “Son recomendaciones al sistema democrático mexicano”

México y Venezuela, realidades semejantes.
En las universidades de buen nombre en Venezuela, específicamente en las carreras sociales y humanísticas se debate constantemente ¿Cómo fue posible un Chávez en la Venezuela que se creía blindada del caudillismo y asentada sobre las bases de la democracia de partidos?

El tratamiento de este tema no deja de tener un viso nostálgico, como el novio que se pregunta a sí mismo ¿Qué hice mal? ¿Por qué la perdí? El esfuerzo es el mismo; buscar, identificar los sucesos, actitudes, condiciones, que permitieron se desatara la catástrofe, que abrieron paso a la odisea que reporta la soltería después de haber disfrutado de un amor estable o al desazón que implica volver al caudillismo populista y antihumano después de haber gozado de la paz y estabilidad que brinda el libre juego democrático.

Esos debates y reflexiones que aún recuerdo de las clases en la universidad, quiero hacérselos llegar a los mexicanos, para que cómo diría la abuela “ganen indulgencias con escapularios ajenos”, para que se ahorren la terrible molestia de pasar por la desavenencias y  estrecheces por las cuales pasamos hoy los venezolanos.

Si algo es bien sabido en América y por qué no en el mundo, es que no debe hablársele a los mexicanos de revoluciones, de populismos, de sentimientos de patria soterrados y convertidos en barbarie; todas sus revoluciones me llegaron de la mano de Antonio Aguilar: Zapata, Pancho Villa, Carranza, Benito Juárez y cuantos otros que revivieron en las entretenidas películas de tan brillante mexicano, hasta Benjamín Argumedo, El Ojo de Vidrio y Domingo Blanco reflejaban la idiosincrasia heredada de los españoles hijos de cruzados, tendientes siempre a la grandilocuencia y hazañas, todo heroísmo que venga a perturbar la tranquilidad y estabilidad que no es valorada en su justa medida de los sistemas de derecho y leyes.

Sé que las recomendaciones van a servir de algo, o al menos no van a estar fuera de lugar; porque por experiencia creo que no hay pueblos en toda América que se parezcan tanto como México y Venezuela, inclusive a pesar de la distancia geográfica y relacional aparente, he logrado advertir unas similitudes muy arraigadas; nuestras telenovelas son muy parecidas y por eso Marjorie De Sousa anda protagonizando por allá con el gran Pedrito Fernández, sus tortillas son nuestras arepas, los peñeros de Veracruz parecen hermanos de los de Margarita y sus pescadores sin conocerse son los mismos; los norteños parecen barineses y las fresas del DF son los sifrinos de Caracas, las abuelas son las mismas querendonas, con Jesús bendito en la boca y la rezadera de siempre, el taxista sin taxímetro calcula la tarifa dependiendo de la facha de quién se monte, y se aprovecha del turista al igual que acá.

Aunque aún no conozco México, la amistad que mantengo con mi amigo de Coahuila me ha hecho detenerme en Twitter cuando veo una noticia sobre tan hermoso país, me ha hecho conocer más y me ha llevado al punto en que ahora estoy, de pedirles por favor, no cometan los mismos errores que nosotros.

Los independientes y Los partidos… Mejor conocido que bueno por conocer.
Toda democracia necesita de independientes, de personas que sin filiación a partidos políticos tengan intereses legítimos de hacer algo desde el poder por su entorno o por su país si así lo desea y si así se siente capacitado; el problema es cuando los independientes tratan de ganar legitimidad condenando a otros factores políticos como son los partidos.

El cambio, desde que Adán piso esta tierra, ha sido rentable; el cambio vende y más en política, el problema es cuando ese cambio no tiene norte, cuando ese cambio no está tipificado, estructurado, proyectado en el tiempo con metas inmediatas y mediatas; ahí el cambio es peligroso.

En México, independiente que proponga cambio sin decir cómo, cuándo ni por qué; que hable de cambio como quien habla del clima en la parada de autobús, está poniendo en riesgo la estabilidad de la república y por ende su discurso debe ser catalogado de populista.

Los partidos frente al discurso condenatorio de los independientes deberían viralizar un discurso acerca de sus propias bondades, no del PRI, ni del PAN ni del PRD sino del partido como organización política en general, acerca de las bondades de la representatividad, si algo es cierto es que los partidos son  hasta ahora la única forma conocida del estado moderno por medio de la cual una persona sin fortunas o fueros puede aspirar y ascender al poder de manera legitima; los independientes no son escrutables como los partidos; los independientes que propongan cambio sin brújula fiable son dudosos, misteriosos y por tanto inescrutables, el partido es un mecanismo que desnuda segundas intenciones, la misma dinámica partidista expulsa a los que no comulguen con una línea establecida y conocida por todos que es bandera de la organización.


En Venezuela, éramos felices y no lo sabíamos.
Antes de la llegada de Chávez no todo era color de rosa, había deficiencias, había rezagos y malas praxis pero había respeto, había mesura y había comida; los llamados corruptos de nuestro antiguo sistema democrático eran bebés de pecho si los comparamos con los que hoy hacen del peculado una profesión visible y corriente en la revolución de Chávez; éramos cómo el México de ahora, teníamos unos partidos sólidos y con legitimidad todos los venezolanos así los opusiéramos los reconocíamos y si llegaba alguno al poder eran respetados y acatados porque venían de las luchas y deliberaciones democráticas.

Eran partidos con logotipos que reconocían hasta los niños, con consignas de dominio público e himnos que inspiraban a sus militantes, con sedes y estructuras establecidas; Acción Democrática y Copei, AD era el PRI y Copei el PAN; de haber diferencia radicarán en los nombres y en los logos, porque eran según he leído y por experiencia de haber militado en AD de procederes y costumbres muy parecidas.

Hablo en pasado, porque a pesar de que AD arrastró masas del 41 hasta el 98, a pesar de que Copei salió airoso en varios comicios de la misma época, a pesar de que fueron los partidos que definieron la vida política venezolana por más de 40 años ahora no quedan sino ruinas, ruinas materiales y conceptuales, llegó Chávez.

Acción Democrática era un frenesí en la época que reseño, Venezuela fue orientada por este partido y cuando ésta organización se dividía por lides internas o ascendían a su dirección gentes sin tino, Copei lograba capitalizar esas fallas y llegaba al poder; muchos criticaban, odiaban, y aún lo siguen haciendo a este sistema, lo llamaron “La Guanábana” porque AD ostentaba el color blanco y Copei el verde, que asemeja a la misma combinación de colores de la fruta en cuestión; hoy los enemigos más férreos del sistema que se desarrolló en Venezuela deben admitir que gracias a esos 40 años tuvimos el desarrollo que hoy va mermando gracias a la revolución de la barbarie y el despotismo.

Venezuela era entonces, dos partidos políticos que disputaban el poder central, con otros partidos políticos periféricos que disputaban diputaciones, empresarios, empresa petrolera, buenos canales de televisión, cultura por doquier, turismo, carros americanos en su mayoría, escuelas públicas y privadas, cinturones de miseria, pobreza, política asistencial, poder descentralizado, campañas electorales, casos de corrupción; la fotografía correspondía a cualquier democracia de partidos latinoamericana ¿El ideal? Casa, carro, perro, parrilla, buena educación para los hijos y si Dios favorecía casa en la playa, nada comparado con los funcionarios de ahora con bancos suizos y fortunas incalculables; el político más corrupto fabricaba una casa de buenos cimientos en la naciente urbanización La Lagunita Country Club, no propiedades en medio mundo como ahora.

El sistema tenía fallas, y por no corregirlas, por no prestarles debida atención, por no renovar el sistema democrático de partidos, por “estirar la arruga”, por posponer las cosas, por hacerse de la vista gorda, vino un discurso caudillista, populista, mesiánico, patriotero, que supo capitalizar el descontento que debió haber reducido el propio sistema democrático.


Chávez ¿cómo fue posible en la Venezuela democrática?
El discurso de Chávez fue en el 98, dual; condenatorio y salvífico: condenaba a los partidos y los culpaba de todos los males acumulados de la república y así atizó un fuego que tomó proporciones de incendio forestal, el sentimiento anti partidos (todo lo que sonara a partido político era digno de desprecio y condena) caló en las masas populares; salvífico porque se mostró cómo el mesías, el superhombre venido del pueblo, salido de las entrañas de la pobreza capaz de comprender al pueblo y luchar junto a él para lograr la victoria popular.

Hoy 16 años después, el pueblo tiene menos capacidad adquisitiva, cada vez más dependiente de un aparato estatal que mantiene una economía desquiciada, que ha creado una estructura ineficiente e insostenible de programas sociales que se desvanecen en corrupción y paternalismo bochornoso, Venezuela hoy está siendo administrada como un feudo depauperado de la edad media, con una visión aldeana de las cosas, la pobreza y la hiperinflación ha llevado la inseguridad a niveles insoportables y el control cambiario tiene a los venezolanos aislados del ritmo de vida mundial o hemisférico, no sé qué hubiese hecho Zapata de no haber perecido en Chinameca pero Chavéz sorteó cientos de dificultades antes de llegar al poder, discursó una cosa y practicó otra aborrecible y muy distinta.



En Latinoamérica, Democracia que se duerme se la lleva la corriente.   
Lo que yo he descrito no es nada nuevo, muchos teóricos han advertido que la democracia en Latinoamérica está siempre amenazada, y si no cumple sus promesas está en “pico de zamuro”, frente al personalismo y los liderazgos mesiánicos; Kennedy lo advirtió por allá en el 60 cuando impulsó el Plan Marshall para Latinoamérica; llamado Alianza Para el Progreso, él sabía que mientras hubiese pobreza en el hemisferio, mientras la democracia fuese incapaz, mientras el sistema partidista en sus países vecinos fuese un juego sin final feliz, no iba a pervivir el sistema  que trató de impulsar.

¿Cómo llegó Chávez al poder? Ya es un secreto a voces, con ayuda de empresarios aventureros, con ayuda de los resentidos del sistema de partidos, las voces más especuladoras dicen que con ayuda del narcotráfico y la guerrilla colombiana,  tenía labia y el dinero no le faltó porque hasta los más conservadores se dejaron marear por tan oportuno discurso; Chávez cómo describe Maquiavelo sedujo a la fortuna y la conquistó, porque los gobernantes líderes de los partidos que describo descuidaron a su mujer y no resolvieron los males que viciaban la relación que llevaba ya 40 años, bastó con que Chávez le hablara palabras bonitas al oído para que ésta cayera rendida a sus pies.

Las conclusiones a las que llegamos en la universidad, fueron que los partidos no se renovaron, se anquilosaron, le dieron la espalda a sus responsabilidades generacionales, se adormecieron en el cómodo sofá del poder, subestimaron a los independientes, se relajaron al punto de llegar a la inacción, tomaron la costumbre por divisa y no atendieron a las voces del pueblo que pedía pan, tierra, trabajo y justicia; y éste por afán de conseguir la felicidad en masa, reemplazaron un mal por otro inimaginablemente peor.

Los 43, el sectarismo partidista, la falta de respuestas eficientes al pueblo, las militarizaciones, las imposiciones, el discurso alejado por millas de la práctica, la corrupción, la costumbres, la pobreza, el acomodamiento en el poder, la fuga del Chapo, el poder del narcotráfico en ascenso, es decir, la incapacidad del sistema democrático mexicano por resolver sus propios problemas le está construyendo el trampolín perfecto a un Chávez mexicano que salga de las entrañas del pueblo a culpar al PRI y al PAN de todos los males que hoy acusan a México, que invoque los espíritus de Zapata y Villa para legitimar su revolución cómo hizo Chávez invocando a Bolívar, que despierte en los que hoy se sienten excluidos o que no son escuchados, el resentimiento y la furia características de estos pueblos que nacieron de españoles hidalgos y de indígenas guerreros; sólo hace falta un canto de sirena para que los aventureros de oficio inviertan en ese canto y saquen rentas inimaginables como estamos padeciendo hoy los Venezolanos.
¿Quién será en México quién cante? ¿Quiénes serán los que inviertan? ¿El sistema democrático mexicano va a renovarse? ¿Va a hacer esfuerzos por atender a los que hoy se sienten desatendidos? ¿Van a tomar consejo? ¿Van a verse en nuestro espejo? ¿Van a botar por la borda todos los años invertidos en democracia y estabilidad? ¿Cómo estarán el PRI y el PAN en 20 años? ¿Seguirán los pasos de AD y Copei? Dios y la Guadalupe iluminen a México lindo y querido.






  



CarlosGSubero@gmail.com 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ciudadanos de Yesca

  Definición de Yesca: 1.        Materia muy seca, comúnmente de trapo quemado, cardo u hongos secos, y preparada de suerte que cualquier chispa prenda en ella. 2.        Cosa sumamente seca, y por consiguiente dispuesta a encenderse o abrasarse. 3.        Incentivo de cualquier pasión o afecto. Reeditando la literatura maya, dónde se decía dentro de su mitología que los hombres fueron primero de barro, luego de madera y finalmente de maíz, en el caso Venezolano fuimos primero de carne y hueso, ciudadanos con deberes y derechos, y luego nos convertimos en ciudadanos de yesca. A la fecha en la que escribo esto (mayo 2024), Tarek William Saab acumula una larga lista de cruentos delitos en contra de la sociedad civil, dónde ha acusado de cosas insólitas sin más pruebas que capturas de pantalla, testigos comprados y su poder comunicacional como efecto legitimador de sus fantasiosas acusaci...

¿Socialismo sin Capitalismo? ¿Sí?

¿Socialismo sin Capitalismo? ¿Sí? “Es un intento por desmitificar el socialismo y evidenciar los malos entendidos de Marx en Venezuela y el mundo” A ver si me explico, me pasa; siempre que digo que voy a hacer algo, primero, lo figuro en mi mente, por ejemplo: voy a la playa, en secuencia me veo, arreglando las cosas en el carro, agarrando carretera y al final sentado con una cocada entre mis manos; así mismo me pasa cuando digo que voy a escribir un artículo: primero me imagino en una orilla esperando una embarcación y después me veo dentro de ella remando duro para llegar a una isla que veo un poco lejos y a veces hasta difícil de alcanzar, pero siempre, siempre la veo. No hace falta resaltar que la embarcación es el dominio y los conocimientos que acumulo sobre el tema, que el remo son mis argumentos y la isla se llama conclusión. En este caso, no me he leído aún como se debe, El Capital de Karl Marx, pero he leído a Fromm y he tenido unos profesores por suerte tan esclarecidos...

Rubio, Ciudad Pontálida. Marzo 2015

  Rubio, Ciudad Pontálida. Carlos Subero “El viaje me sirvió para darme cuenta de una realidad terrible que acosa a Venezuela, viajé al epicentro de uno de los problemas más graves que azotan nuestra sociedad” Rubio, Tradición vs. Modernización En mi acostumbrada advertencia al lector, debo prevenirlo de varias cosas, primero, mi visita a la ciudad es el móvil de este escrito; cinco días bastaron para quedar prendado de este macondo mágico, lleno de puentes y de esa cualidad voy a sujetarme para describirla en su esencia, pero también para usarla de puente que me ayude a tocar temas políticos, económicos y sociales. Rubio, ciudad pontálida servirá para establecer conexiones con temas álgidos de Venezuela entera, servirá para sobrepasar los ríos que se interponen entre la realidad y la propaganda oficial, servirá para tramontar los escoyos que surten la desinformación y el desparpajo; servirá esta ciudad para segui...